Cuando uno decide salir a conocer el mundo sin experiencia previa, una de las primeras decisiones a la que nos enfrentamos es si debemos contratar los servicios de una agencia de viajes y adquirir un plan “Todo Incluido”. De hecho, para muchas personas, ésta es la única opción.
Pero existe otra manera: Diseñarte el viaje de tus sueños a tu medida por ti misma/o. Esto puede ser intimidante. ¿Cómo puedo hacerlo si no tengo experiencia previa en viajes? ¿Y que pasa si mi destino es un sitio remoto o con grandes barreras lingüísticas o culturales?
En este articulo compartiremos los pros y contras desde nuestra experiencia entre viajes de paquete de agencias y viajes “autodiseñados”.
Un poco de precisión de términos
Vamos a confrontar dos estilos de viaje:
- Ir a una agencia de viajes y comprar un paquete turístico.
- Organizar uno misma/o el viaje, con todo lo que implica.
Hablemos de los pros y contras de ambas aproximaciones y, al final, diremos cuál es nuestro estilo de viaje favorito.
Sigue leyendo.
Paquete de Agencia
Se trata sencillamente de ir a una agencia de viajes y adquirir un “paquete turístico” a nuestro destino soñado. Estos paquetes suelen incluir pasajes aéreos, estadías, algunas visitas guiadas a sitios turísticos, traslados, propinas, impuestos, etc.
Es tan fácil como eso. Pero vamos a meterle la lupa.
Los Sí-Sí
- Cero preocupaciones. Sólo escoges fecha y presupuesto. Esto es importante sobre todo si vas a un país exótico.
- No tienes que preocuparte por impuestos, leyes locales, idiosincrasias. La agencia de viajes y el operador turístico harán de “barrera de seguridad”.
- El “asunto” del idioma es superado. El guía provisto es el intermediario entre el viajero y los locales. Al igual que en el punto anterior, previene de “malos entendidos” con la cultura local.
- La mayoría de las agencias incluyen seguros médicos y de viajes en sus paquetes. Chequea esto con tu agencia.
- Los paquetes de agencias pueden incluir algunas visitas importantes y habituales. Los “lugares que debes conocer si visitas…”. Ideales para paseos cortos.
- Traslados incluidos. Incluso aeropuerto-hotel-aeropuerto.
- Algunos paquetes turísticos de agencias dejan uno o más días libres para que hagas lo que quieras. Ahí puedes adentrarte a conocer más algún aspecto no cubierto o poco cubierto en el paquete principal.
- Si viajas con niños a un lugar exótico y tienes poca experiencia en viajes, quizá esta sea tu mejor opción.
Los No-No
- Toda la comodidad y ausencia de complicaciones descritos arriba tienen su precio. Los paquetes son de precios más elevados que su equivalente “autogestionado”. Mientras más cosas incluidas (lugares, visitas), más caros. Es cierto que las agencias obtienen precios especiales de acuerdo a convenios con operadoras, hoteles. Pero eso queda en gran medida anulado para el viajero por el pago de honorarios a la agencia.
- No puedes cambiar los itinerarios preestablecidos en el paquete. Solo puedes visitar los sitios incluidos y hacer las cosas descritas en el mismo.
- Visitas guiadas tienen tiempo limitado. No esperan por ti. Si quieres quedarte más tiempo en un sitio con el que sientes alguna conexión especial, no podrás hacerlo.
- Visitas y comidas no incluidas en el paquete se pagan adicionalmente. Lógicamente, si quieres más cosas, debes pagar más.
- Las agencias de viaje buscan economía en los pasajes aéreos. De modo que con frecuencia serás sometido a horarios de vuelos incomodos: muy temprano, medianoche…
- El check-in puede ser lento por tener que hacer el procedimiento con toda la gente que ha tomado el mismo paquete. Uno lo que quiere es llegar y descansar de un vuelo trasatlántico o transpacífico, pero debes esperar que todo el grupo sea registrado.
- Te llevan a comprar a tiendas y restaurantes para turistas que son más onerosos. Estos sitios tienen tratos con las operadoras turísticas, las cuales reciben comisiones por llevar turistas a que consuman en el lugar.
- Puedes conseguir agencias que te diseñan un viaje con todas las rutas y visitas que tu quieras hacer, pero sale mucho más caro. Estos viajes “taylormade” tienen las ventajas de ambos mundos: puedes ir y hacer lo que quieras y el nivel de seguridad y despreocupación es alto. Pero son muy costosos.
Viajar por cuenta propia
Aquí vas a organizar tú misma/o tu viaje soñado. Todas las etapas del viaje correrán por tu cuenta. Debes considerar todos sus aspectos, lugares a recorrer, presupuestos, posibles dificultades, etcétera. Veamos.
Los Sí-Sí
- Es más barato. Al diseñar tú mismo tu viaje, podrás escoger las opciones de alojamientos y destinos que más convengan a tu bolsillo.
- Los gastos son progresivos. Esto es especialmente positivo para “nómadas digitales” que van generando ingresos mientras viajan. No necesitas pagar todo el viaje de una vez. Puedes ir racionando y escogiendo/cambiando tus opciones de acuerdo a como vaya el aspecto financiero.
- Visitas lo que quieras, cuando quieras y el tiempo que quieras. No todos los hitos turísticos tienen el mismo interés para todos. Aunque puedes escoger paquetes turísticos más afines con tus intereses e inclinaciones, esa clase de libertad que te da el visitar lugares que “te hablen”, con los que sientas una conexión especial, no tiene precio. Y créenos cuando te decimos que estando de viaje vas a querer visitar sitios que ni siquiera habías considerado mientras estabas planificando.
- Mientras organizas tu propio viaje, te empapas de la cultura de tu destino. A nosotras nos encanta esta etapa, pues aumenta la emoción, la adrenalina y el deseo por ya estar ahí.
- Al estar en un entorno no familiar y tener que valerte por ti misma/o, desarrollas tu capacidad de resolución de problemas. Aumentas tu “consciencia situacional”, que es ese estado en el que, aunque estás tranquilo o relajado, estás plenamente consciente de tu entorno y estás alerta ante cualquier eventualidad. Esa habilidad será extremadamente útil para quienes viajan con frecuencia a sitios exóticos.
- Te conoces a ti mismo. Sales de tu zona de confort. Te desafías. Se siente un placer inmenso cuando puedes resolver problemas por ti misma/o. Esto constituye gran parte de lo que conocemos como “felicidad”. Y eso, por supuesto, se traduce en más anécdotas para contar.
- Ahorras tu presupuesto y entras en contacto con la cultura local auténtica cuando vas a restaurantes lugareños. La comida suele ser excelente y mucho más económica.
- El hacer lo que hacen los locales, ir a sitios que no están dentro de la corriente principal del turismo en la zona, te da un mayor grado de libertad y disfrute de tu viaje.
Los No-No
- Tienes que dedicar bastante tiempo para diseñar tu viaje. Buscar las mejores opciones en pasajes aéreos, alojamiento, traslados, tickets de entradas a atracciones turísticas. Además de empaparte con la cultura, idiosincrasia, leyes, requisitos de entrada y permanencia… Es mucha investigación.
- Tú mismo deberás resolver problemas que se te presentan en el país de destino. Nadie lo hará por ti. Por eso es vital que te informes bien antes de salir.
- Es posible que haya sitios a donde no se permite ir a turistas solos, que no estén cubiertos por una agencia de viajes. Cuando llegamos a Egipto, dos años antes había habido un atentado que dejó varios turistas franceses muertos. El gobierno extremó la seguridad y no se podía visitar el país sino a través de una agencia de viajes. Igualmente, tendrás que contratar una si quieres llegar a sitios de no fácil acceso, como islas, oasis, etc.
- Debes tramitar tu seguro médico de viaje. Es recomendable tenerlo.
- Quizá quieras contratar los servicios de un guía local para conocer mejor el sitio. Estas visitas guiadas privadas, aunque muy didácticas, son muy, muy costosas. Si puedes, ponte de acuerdo con otros viajeros con tus mismos intereses y contraten a un guía local entre todos. Sale mucho más económico.
Conclusión
Vistos los pros y contras, vamos a decirte cual es nuestra opción de viaje favorita.
Definitivamente, disfrutamos de la emoción anticipada y la libertad de visitar y adentrarnos en la cultura local que nos brinda el diseñarnos por nosotras mismas nuestros viajes.
Nosotras huimos de los clichés. Y las agencias de viaje generalmente ensamblan sus paquetes basándose en destinos popularizados por medios de comunicación y en la “opinión general”. Es decir, en el marketing.
Si bien es cierto que hay ciertos “imprescindibles”, como ir a París y conocer la Torre Eiffel o el Louvre o dispensar una visita al Vaticano en Roma, hay una inmensa cantidad de sitios maravillosos que no están incluidos en la mayoría de los paquetes turísticos. Por ejemplo, podemos mencionar la “Pirámide Roja” que visitamos por nuestra cuenta en El Cairo, la cual fue, según nuestra vivencia, la más interesante de todas.
Y si alguna agencia incluye estas joyas ocultas, generalmente lo hacen a precios exorbitantes y con tiempos de visita limitados.
Así que esperamos haberte convencido de dejar a un lado tus temores y tomar las riendas de tus próximos viajes.
Y estaras seguramente agradecido.
¿Has tenido experiencia con agencias o viajando por tu cuenta?
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