Muchos creen que el Turismo Responsable es “un tipo de turismo”. Que es una modalidad diferente del “turismo convencional” o que se trata de un “nicho del mercado turístico”.
Esto es falso. Lo que gobiernos, organizaciones y particulares han buscado desde los años 90s del siglo pasado es que haya un cambio significativo en el paradigma del turista. De lo contrario, se destruirán para las siguientes generaciones todo aquello que actualmente disfrutamos cuando salimos de viaje.
Una idea que nos gusta como aproximación al concepto de Turismo Responsable es “el respeto de los derechos y necesidades de todos aquellos –humanos y otros seres vivos– que hacen posible tus vacaciones”.
Una cuestión para los gobiernos…
Por un lado, para lograr ese cambio de paradigma es necesario que actúe el “imperio de la ley”.
No sólo es necesario realizar campañas tipo “Cuidar es Querer” que se logrará el cambio de mentalidad y conciencia.
Es necesario que autoridades nacionales y locales desarrollen cuerpos legales que protejan y controlen el turismo para que se logre la meta de “sostenibilidad” y aseguramiento del disfrute de los bienes turísticos para futuras generaciones.
Por ejemplo, en nuestro viaje a los Parques Naturales Canadienses pudimos constatar que las autoridades de ese país estaban preocupadas por el impacto que tiene el turismo en masa sobre los entornos naturales.
Por tal motivo, se están promulgando leyes para el control el número de personas que accedan a este hito del turismo canadiense.
… y para cada uno de nosotros
Por el otro lado, un segundo lado que nos implica directamente a nosotros.
Depende de cada uno de nosotros, viajeros y turistas, el tomar la decisión de hacer de esta conciencia de responsabilidad con el entorno y la cultura local parte de nuestra naturaleza.
En este aspecto, lo que podemos hacer nosotros sin que una ley nos obligue, es lo que realmente hará la diferencia.
Por eso a continuación, resumimos algunos aspectos que pensamos que podemos hacer para apoyar este cambio de consciencia.
Huella ecológica
Los turistas debemos tomar conciencia que al viajar estamos ya contaminando el medio ambiente ya que, al usar el avión, este tiene un impacto medioambiental importante, pues supone más del 40% del total de emisiones de CO2.
Un pasajero consume en promedio 285 gramos de CO2 por cada Km de recorrido en avión. Para compensar en lo posible esta contaminación causada podemos plantar árboles, cada árbol puede retirar unos 10 kilos de carbono de la atmósfera.
Buscamos la manera de beber agua de fuentes naturales, ríos o lagos, o filtradas desde la casa, llevando siempre un termo a la mano, y así evitar la consumación de las botellas de plástico.
Compra en lo posible productos locales, esto incentiva la economía del país.
Una vez estando en la ciudad de destino, busca en lo posible de desplazarte en bicicleta o caminando, y así estas ayudando al planeta y al mismo tiempo estas manteniendo una buena salud.
Toma conciencia de ahorro de electricidad y agua. Y no contaminar el ambiente dejando basura en donde te encuentres.
Impacto positivo local
Nosotras privilegiamos propuestas con impacto positivo en pequeñas economías locales.
Por ejemplo, la iniciativa de Andes Tropicales busca a través de adiestramiento a campesinos y habitantes de zonas andinas de Venezuela para que presten servicios turísticos.
A las personas de pocos recursos les son enseñadas materias tales como “servicio al cliente”, “preparación y mantenimiento de hospedaje”, “servicios de guías”, “defensa y conservación del entorno”, etcétera.
Son servicios destinados a mochileros, backpackers y personas que quieran experimentar la cultura y tradiciones locales.
La gran ventaja para el viajero es que se alojan y reciben servicios de guía a precios muy económicos con familias autóctonas. Además de que contribuyen a la economía directa de las familias andinas pues al no haber mediadores, el pago del servicio va todo a la familia.
Respeto absoluto a las normas de turismo
Acatar las normas es la manera más directa de colaborar con la conservación del ambiente del país que visitas.
Esas normas y leyes no son una sugerencia. Son de carácter mandatorio.
En la Capilla Sixtina está prohibido sacar fotos con flash porque la luz fuerte degrada los frescos. Uno ve como ciertas personas, en vez de comprar postales con excelente calidad de imagen, prefieren saltarse los controles de los guardias y tomar fotos con flash. Esto con el fin de llevarse, más que un souvenir, una declaración de “yo pude”, un desafío a la autoridad.
Respeto por la cultura local
Para respetar de manera auténtica y profunda es necesario comprender. Para comprender es necesario hacer un esfuerzo consciente por aprender de esa cultura, de ese lugar o sitio natural. Su significado, su belleza o solemnidad.
Algunos, de manera inconsciente no comprendiendo el daño irreparable que cometen, caen en prácticas que no podemos llamar de otra manera más que “vandalismo”.
Algunos dejan su “firma personal” en forma de escritura grabada o pintado su nombre “en señal de que estuve aquí”.
Otros entran en shorts y hablando alto a un templo. Son sitios sagrados para muchos y nosotros, los turistas por muy ateos que seamos, estamos en la obligación de respetar.
De los sitios naturales, sobre todo en el llamado Tercer Mundo, vemos como es frecuente el llevarse plantas e incluso animales de los parques nacionales. Deja todo como lo encontraste, no te lleves nada del país que estas visitando.
No sólo debemos abstenernos de hacerlo, sino denunciar si somos testigos de hechos semejantes.
Operadores turísticos conscientes
En nuestros viajes, siempre hacemos extensas investigaciones previas. Y mucha de esas investigaciones se van en determinar y escoger operadores turísticos que pensemos que sean responsables y conscientes.
¿Pero cómo determinar si un operador turístico, alojamiento o prestador de servicio turístico comulga con esas ideas? Después de todo, todos te dirán que son o se publicitarán “eco-friendly” o “heritage-friendly” o “cualquier-cosa-friendly”, porque piensa que “está de moda” y eso puede traerles más clientes.
Existen portales donde el viajero puede calificar a estos operadores a la luz de su responsabilidad con el ambiente y la cultura local de los destinos que ofrecen. Podemos mencionar Travelife, Trip Advisors Green Leaders y Book Different.
Involucramiento de la población local
Es frecuente, sobre todo en los Estados Unidos que una agencia de viajes te organiza una visita a un lugar del mundo y ellos te llevan, te traen, sirven de intermediarios con los locales y tú prácticamente no interactúas con la población local.
Ese tipo de turismo involucra obviamente pagar impuestos locales, pero ese dinero no va siempre a la economía de los habitantes del lugar que visitamos.
Menos aún en países en desarrollo donde no es un secreto el nivel alto de corrupción.
Por eso, te alentamos a buscar operadores turísticos que para las visitas contraten a pobladores locales.
Verás además como tu nivel de involucramiento con la zona visitada será mucho más productivo y gratificante. No importa cuánto un operador turístico extranjero conozca un lugar. Un habitante local tendrá una manera distinta y más rica de ver las cosas en su propio terreno.
Conclusiones
Como ya hemos dicho, tenemos una visión del mundo como un tapiz: No vas a romper un tejido sin deshacer muchos otros.
Por eso es que las cosas que hagamos o dejemos de hacer hoy no sólo impactarán a nuestros contemporáneos, sino a las generaciones futuras.
Para que esas generaciones futuras hereden el bello planeta que nosotros heredamos, debemos dejar las cosas como están.
Mejor aún: dejarlas mejor que como las encontramos.
Y para eso sólo debemos hacer una cosa. Sólo una, pero no es nada fácil.
Debemos operar un cambio cualitativo en nosotros mismos, en nuestra manera de relacionarnos y ver el mundo.
Solo así seremos dignos de haber recibido este mundo.