Uno de las actividades más buscadas para quienes viajan es la de realizar deportes en ambientes diferentes. De hecho, hay todo una industria, el Turismo Deportivo, que genera millones de dólares al año.
Desde surfistas buscando olas extremas, hasta aficionados al motocross en busca de mayores desafíos, pasando por los triatletas, a estos deportistas internacionales pronto les queda pequeño su lugar de origen y se sienten tentados a buscar nuevas experiencias por el mundo.
Extremos desde Hollywood
La película de 2015 Break Point protagonizada por Luke Bracey y el venezolano Edgar Ramírez catapultó un nuevo frenesí para estos amantes de los deportes –en este caso, extremos- para conocer nuevos lugares.
Surfear enormes olas, escalar la pared del Salto Ángel o lanzarse en snowboard desde una cumbre alpina son algunas escenas que pueden apreciarse en la película. Aunque fuertemente exageradas, lo cierto es que el turismo de aventura y deportivo tuvo un aumento desde el año de estreno de la película de un 12%.
Deportes más convencionales
Pero no sólo los deportes más temerarios tienen su cabida en el turismo deportivo. También las actividades más tradicionales tienen su cabida, y de larga data.
Entre la comunidad de maratonistas, el participar en afamadas competencias en los cinco continentes (en los seis, si tomas en cuenta a América como dos continentes) es una meta bastante recurrente. E incluso, los más modestos, como los senderistas y los aficionados a la bicicleta recreativa, suelen hacer planes para realizar sus actividades en toda masa emergida en el mundo.
En nuestro caso, hemos experimentado con la bicicleta, pero tenemos amigos en la comunidad de maratonistas que sabemos deliran por competir en los grandes maratones de Bostón, Londres, París, Nueva York o el de San Silvestre en Brasil, entre otros.
Grandes Maratones
Hay países de larga data como sede de maratones y que, además, cuentan con un elevado número de aficionados entre sus ciudadanos.
Esto ha conducido al desarrollo de toda una infraestructura y, sobre todo, una tradición de organización de maratones. Esto sumado al hecho de la gran cantidad de participantes y sponsors ha hecho posible ofrecer premios muy atractivos.
Tales maratones son considerados un deber para la comunidad de maratonistas. Hay seis en esta categoría y son conocidos como el World Marathon Majors.
Las sedes de esos maratones son Nueva York, Bostón, Chicago, Tokyo, Berlín y Londres. Son considerados los de más alto nivel y válidos para coronar campeones mundiales.
Otros Maratones
Pero cada ciudad importante quiere organizar su propio maratón y hacerlo una tradición.
En Canadá, por ejemplo, apuestan por conjugar naturaleza, infraestructura y organización. Los más importantes son los que tienen como sede Vancouver, Toronto, Ontario y Quebec.
En países europeos se celebran muchos maratones, muchos de ellos de fama mundial, aunque no pertenezcan al World Marathon Majors.
En el viejo continente se apuesta por una oferta cultural, gastronómica y artística, además de organizaciones de primer orden.
El Maratón de Ámsterdam es un bello paseo entre puentes, canales y casas flotantes. Es ideal para principiantes por la baja altitud y la topografía plana de la ciudad.
Paris, para regalarse una opípara comida cortesía de su afamada gastronomía y luego quemar las calorías con un maratón. Se pueden visitar también los innumerables atractivos de la Ciudad Luz.
Praga, una de las ciudades más bellas del mundo, es un placer correr entre sus calles cargadas de historia.
Viena para los amantes de la música. El maratón de Viena es amenizado por bandas y conjuntos de música, desde clásica y barroca hasta pop y rock, al aire libre.
Los maratones en Italia, especialmente el de Roma y Toscana, nos permiten comer las suculentas pastas y pizzas sin riesgo de engordar.
Para el maratón de Bruselas no hay nada mejor que obtener esa energía de quema rápida de los deliciosos chocolates belgas, mundialmente famosos.
Ciclismo
Bueno, sí. Los maratones son extremos para nosotras. ¡Es que hay que verle la cara a 42 kilómetros de carrera ininterrumpida!
Nosotras somos más de comer chocolates, pizza… bueno, quemamos calorías con el baile y el ciclismo.
El ciclismo recreativo es una de nuestras actividades favoritas y lo practicamos cada vez que podemos en nuestros viajes.
En Italia, en la bellísima región de Toscana, está la cicloruta de L’Eroica. Allí, desde 1997 se celebra una carrera no competitiva cuyo tema son las bicicletas vintage, aunque se puede participar con cualquier modelo.
La carrera honra los últimos senderos de gravilla de Italia y es una carrera muy panorámica y de interés mundial.
En Bolivia el Salar de Uyuní, un enorme lago desecado de sal, es un sede de ciclorutas de fama mundial.
Se trata de un antiguo lago cubierto por una costra gruesa de sal, sobre la cual incluso pueden rodar automóviles 4×4.
Es un área plana, rodeada de volcanes, algunos activos en pleno altiplano boliviano. Se debe usar protector solar y anteojos de sol, pues la sal es como un espejo que uno recibe radiación solar desde arriba y desde abajo.
Ámsterdam es una de las ciudades más peatonales y bici-friendly del mundo. La cultura de bicicletas aquí es de muy larga data y prácticamente toda la ciudad se puede recorrer en bicicleta. Además de que es un espectáculo de ciudad. Lo mismo puede decirse de Copenhague, la capital de Dinamarca.
En las Islas Baleares, específicamente en Mayorca, existen rutas de ciclismo para todos los niveles.
Las rutas no pueden ser más variadas, dada la riqueza paisajística y topográfica de la isla. Además de la excelente infraestructura que existe para la práctica de esta actividad. Aparte del excelente clima que reina allí casi todo el año.
Y para los más extremos (o para quienes quieren iniciarse en el aspecto más retador del ciclismo) en Canadá existe el Whistler Mountain Bike Park en las Montañas Whistler en la provincia de Columbia Británica.
Hay 70 rutas de bicicletas, de diferentes niveles de dificultad. Permanece abierto entre mediados de abril a mediados de octubre.
Es, sin duda el parque para bicicletas más famoso del mundo y aquí se puede practicar tal actividad entre bosques y montañas nevadas, todo perfectamente señalizado.
Conclusiones
No hay nada como practicar tu deporte o actividad física favorita en lugares exóticos para, así, llevarlo al siguiente nivel.
No sabemos si una busca como excusa hacer deporte para viajar o viajar para hacer deporte. Lo cierto es que ambas actividades son inseparables para mucha gente. Y es que el viajar como que te motiva a extender tus límites ¿Y qué mejor manera de hacerlo (y de conocer aún más nuestro destino) que realizando una buena actividad física?