Indudablemente, el hecho determinante en el 2020 fue la aún en curso pandemia de covid-19 y la respuesta que dio el mundo: la cuarentena.

Como a todos en el planeta en mayor o menor medida, la pandemia nos ha impactado a nosotras de manera que no creíamos posible un par de años antes.

Por eso, hemos querido escribir esta retrospectiva de lo que ha sido el año 2020 para nosotras.

 

No pudimos viajar

 

La primera consecuencia obvia es que en 2020 fue el primer año en el que no viajamos. Para unas viajeras empedernidas, esto es un cambio de estilo de vida muy fuerte.

Hay cantidad de artículos por toda la web y autoridades sanitarias hablando de los efectos adversos en la psiquis que ha traído este acontecimiento. No vamos a mentir diciendo que esto no nos afectó anímicamente.

Sin embargo, el poder de resiliencia es asombroso y nosotras incluso hemos extraído valiosas enseñanzas de esta situación, de las cuales hablamos un poco en Reflexiones en Cuarentena.

 

Reorientación de nuestro emprendimiento

 

Con todo este tiempo en casa, hemos podido reevaluar nuestro proyecto, cuya base ha sido este blog.

Hace un par de años nos propusimos llevar a cabo el proyecto de lograr un medio de vida que nos permita generar ingresos de manera remota y que nos permita vivir de nuestra pasión que es viajar.

Creemos que ha llegado el momento de emular a esos nómadas digitales y viajeros cuyo medio de expresión es un blog y buscar medio de obtener recursos que nos permitan sostenernos y, a la vez, seguir viajando.

Tales actividades pueden entrar en una especie de círculo o loop que se alimenta a sí mismo: los viajes, financiados por nuestro emprendimiento a través del blog, producen nuevo contenido para que nuestro blog siga creciendo.

Es así, que en 2020 nos embarcamos en una formación para reestructurar la orientación de nuestro proyecto, cuyos detalles iniciales puedes verlos aquí.

Planificación de un mega-viaje

 

Sí, somos inquietas. Así que no podíamos embarcarnos en un solo proyecto. 2020 será recordado por nosotras como “El Año de los Proyectos”.

Es así que estamos planificando un mega-viaje de mínimo seis meses para 2022.

Hace años que soñamos con hacer esto. Esta sería la gran aventura de nuestras vidas. Hemos leído cantidad de historias de viajeros que se embarcaron en viajes épicos de seis meses a un año y esto terminó cambiándoles la vida.

Algunos no volvieron a vivir en su país de destino. Para otros, el viaje de meses o un año se convirtió en un modo de vida nómada y llevan diez o más años viajando.

Este proyecto nos llena de ilusión y estaremos compartiendo los detalles con ustedes en próximos artículos.

Valoramos lo inmediato

 

No se trata de que queremos obtener cosas de inmediato. Es que valoramos las experiencias ahora y en este lugar.

Parece un cambio pequeño, pero en realidad se trata de un cambio de paradigma tan poderoso que puede llevarte a replantear tus prioridades y tu manera de ver el mundo.

Tal ha sido el caso nuestro.

Comenzamos visitando lugares de nuestra ciudad (Montreal), que habíamos pasado por alto pero que ocultaban tesoros.

Eso pronto lo llevamos a nuestras propias vidas y comprendimos las palabras de los sabios de vivir el “aquí y el ahora”, lo que ha sido una sacudida en nuestra visión de la vida.

 

Amarnos a nosotras mismas

 

El inevitable aislamiento impuesto por la cuarentena nos ha unido más como hermanas y compañeras. Ya eso lo hemos comentado.

Pero ahora también nos hemos embarcado en un cultivo integral de nuestro cuerpo, mente y espíritu surgido desde el amor a nosotras mismas y no por vanidad (bueno, quizá un poquito…).

Es así que estamos haciendo yoga online con una instructora en vivo cada día. Esto nos ha llevado a desarrollar disciplina y ha experimentar los beneficios determinantes del yoga en nuestro cuerpo (flexibilidad, resistencia, ligereza), mente (tolerancia, ecuanimidad, paciencia) y espíritu  (un sentido de conexión con el mundo y la consciencia de que todos somos uno).

Nuestra dieta ha variado significativamente: comenzamos un detox hepático y dejamos azúcares y harinas procesadas. Los resultados en nuestro rendimiento, claridad mental y en nuestra figura se empiezan a notar.

La importancia de la interacción cercana

 

Se ha hecho difícil interactuar con la gente. En la calle, los tapabocas y distanciamiento social ponen una barrera a la interacción humana. Esta distancia es agravada por el temor.

Hemos sido puestas en la situación de ansiar el contacto humano. Ahora que la mayoría de nuestras interacciones sociales son a través de plataformas de video, ansiamos más que nunca el compartir a nivel de proximidad física con la gente.

Antes dábamos por sentado y natural ese contacto físico. Pero al ser privadas de ello, nos damos cuenta cuánto nos hace falta esa cualidad inefable de la que hablan las doctrinas orientales que sólo puede ser transmitida de una persona a otra en proximidad física, no a través de video o teléfono.

No puedes compensar con un video la experiencia de bailar tango en las milongas con una pareja real, de disfrutar de una reunion en casa con tus amigos, de ir a la universidad y disfrutar de las classes.

Esto ha sido tan retador para nosotras como la imposibilidad de viajar.

Más hábiles

 

Desde inventar recetas no proteínicas hasta edición de videos. Desde conocer e implementar estrategias de marketing (¿vieron la interacción en nuestro artículo de Instagram 10 Cosas que Probablemente no Sabías de Nosotras?) hasta adquirir nociones fotográficas sólidas para nuestra web…

El 2020 fue un año de adquisición de habilidades y destrezas. Algunas por necesidad, otras por pasión.

Con nuestro reto de una semana de desintoxicación hepática, debíamos  evitar las proteínas por una semana. Tuvimos que ingeniárnosla para elaborar comidas deliciosas y sanas, pero sin proteínas.

Por otra parte, con nuestra formación para convertir nuestro proyecto en un modo de vida, hemos tenido que familiarizarnos con herramientas y estrategias digitales.

Todos esos retos y obstáculos nos han hecho más competentes en las áreas en las que nos hemos desenvuelto y en nuevos campos que vamos descubriendo y que sin duda alguna estamos disfrutando del camino.

Conclusiones

 

Viendo hacia atrás lo que ha sido ese año tan sin comparación nuestra generación como lo fue el que se acaba de ir, el sentimiento que nos queda es que el 2020 fue un severo y poderoso maestro.

Nos ha llevado a retarnos a nosotras mismas. Nos sacó repetida y consistentemente de nuestra zona de confort. Y esta es la mejor estrategia para el mejoramiento y el crecimiento como individuos.

Pero sobre todo, nos ha enseñado a mirar al interior de nosotras mismas, donde hemos podido descubrir áreas que necesitaban ser mejoradas y aspectos desconocidos en nosotras que salieron a la luz gracias a ese evento sin precedentes.