En algún momento, hicimos un pequeño post en Instagram donde hablábamos un poco de nosotras. Ahora, quisiéramos profundizar un poco más acerca de quiénes son Yuliana y Yanelia, las Gemelas Viajeras.

1. Nacimos en Venezuela. Padres de origen sirio, hace muchos años decieron emigrar de Siria para Venezuela buscando un mejor futuro. Allí tuvieron a sus cinco hijos, entre las que estamos nosotras, las bellas gemelas.

2. Nuestros rasgos siempre nos hacen ver “como de algún otro lugar”. En Venezuela, nadie pensaba que éramos de origen sirio. No sabemos por qué, porque las sirias son muy bonitas. Más bien pensaban que éramos francesas, españolas, italianas… y ¡hasta rusas!

3. En Canadá la gente se sorprende cuando hablamos español, porque piensan que somos québecoises o francesas… hasta que hablamos y el acento nos delata. Entonces nos preguntan D’où venez-vous? (¿de dónde son?) y no nos creen que seamos latinoamericanas.

4. De niñas y para diferenciarnos, nuestra madre nos puso a cada una “esclava”, una cadenita en el brazo con una placa, con el nombre de cada una.

5. En Dollarama (cadena de tiendas canadienses tipo “todo a dólar”), un joven tontamente preguntaba en español por los jabones. Obviamente, nadie le entendía. Le dijimos en español dónde encontrar lo que buscaba y estuvo un rato en shock porque él juraba que éramos tan oriundas de Canadá como todos en la tienda.

6. Con frecuencia y por ser gemelas idénticas nos preguntaban en Venezuela y algunos latinoamericanos aquí: “¿Cómo hacen con los novios?” y “¿Una siente lo mismo que la otra?”. Esos son estereotipos un tanto ingenuos. Aunque sí nos hubiera gustado poder comunicarnos telepáticamente, sobre todo cuando nos preguntan esas cosas para decirnos “¡Otro bobo más preguntando la misma sandez!”

7. De niñas, estuvimos en un internado católico de monjas. A las seis de la tarde, todo el mundo debía ir a la cama. Nosotras, que no queríamos, nos metimos en la estudiantina y comenzamos a practicar con la mandolina, llegando a ser bastante buenas. A los estudiantes que estaban en la estudiantina les permitían quedarse dos horas ensayando luego de las seis. Estuvimos aprendiendo e interpretando con la mandolina por cinco años… ¡Todo para no tener que ir a dormir a las seis de la tarde!

8. Luego del internado, continuamos nuestra formación musical en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas en Caracas. Allí proseguimos estudios de guitarra clásica, aprendiendo teoría y solfeo, historia de la música y aprendiendo a leer partituras. Pero como que éramos medio sordas: nunca aprendimos a afinar la guitarra y la mandolina y nos costaba mucho cuando la profesora tocaba una nota en el piano y debíamos escribirla en el pentagrama.

9. De niñas, teníamos los pies planos como Pedro Picapiedra, por lo que usábamos zapatos ortopédicos super pesados. Nunca pudimos usar zapatos fashion de niña y eso nos hacía llorar. Pero hoy día agradecemos enormemente porque tenemos puente, ya que el pie plano es contraproducente a la hora de bailar.

10. Hubiéramos querido ser bailarinas de ballet clásico profesional y ser concertistas de piano y formar parte de una orquesta Sinfónica importante. El pie plano nos truncó el sueño de bailar ballet y lo prohibitivo de las clases de piano acabó con nuestras aspiraciones de concertistas.

11. Nunca aprendimos a hablar árabe. Aunque podíamos entender a nuestros padres cuando se dirigían a nosotras en árabe, nunca pudimos articular una oración completa en ese idioma. Más tarde en la vida, lamentamos no haber aprendido esta lengua.

12. Detestamos la injusticia, el fanatismo, la intolerancia. Especialmente estamos en contra de la crueldad y el maltrato a los animales en todas sus formas: cacería deportiva, tauromaquia, peleas de gallos, peleas de perros, “toros coleados”. Detestamos los crímenes contra la naturaleza, perpetrados por personas tan ignorantes que no se dan cuenta que son actos en contra de ellos mismos.

13. Nos encanta viajar, exponernos a ambientes exóticos y no familiares. Amamos bailar tango, el teatro, y en general, bailar salsa, danza árabe, bachata… ¡hasta break-dance! Nos gusta mucho aprender idiomas, estudiar matemáticas, finanzas, y lo relacionado con las computadoras. Nos encanta el estudio y estamos en constante investigación y mejoramiento intelectual.

14. Somos muy abiertas a degustar platillos exóticos y no tan comunes. Hemos descubierto así verdaderos manjares ocultos. Es increíble que mucha gente, sobre todo en las grandes ciudades con tantas opciones, se conforme con hamburguesas y pollo frito pudiendo explorar las riquezas de la comida china, hindú, japonesa, árabe, mexicana, peruana, francesa, thai, mediterránea y un largo etcétera.

15. ¡Amamos los animales! Gatos y perros, tanto así que nos hemos puesto como misión algún día crear una Fundación para ayudar, acoger y alimentar a perros y gatos en situación de calle.

16. Una de las cosas que más nos llenan de emoción y gratitud es cuando la gente nos dice que, de alguna manera, somos una inspiración para ellas. Cuando nos dicen que quisieran viajar como nosotras. Por eso surgió la idea de llevar este blog, donde compartimos nuestros pensamientos, consejos e ideas para quienes quieran emprender una vida de viajes.

17. De adolescentes nos llamaban… “¡nerds!”. No nos gustaba mucho, hasta que aceptamos la realidad: Somos nerds. De niñas comíamos libros sobre casi cualquier tema y ese hábito nos ha acompañado hasta el tiempo presente. Y como buenas nerds, nos consideramos chicas tímidas. A veces, esa timidez podía ser confundida con antipatía. Pero la verdad es que somos muy simpáticas, simpatiquísimas, pero nerds tímidas.

18. Nuestros mayores motivos para agradecer: la vida misma, nuestro gatito Tommy que ya no está con nosotras, nuestros hermanos a los que somos muy unidas aunque vivamos en diferentes países y nuestros padres, que no están tampoco ya con nosotras.

Aunque hay algunas cosas más y algunas cosas que le gustan a una y no a la otra, estos 18 puntos nos describen bastante bien.

Nos hemos divertido recopilando esa lista, porque nos hemos dado cuenta que el parecido entre nosotras no se limita a lo físico solamente. Además que nos ha hecho recordar cosas divertidas y entrañables de nuestra niñez y juventud en nuestra recordada Venezuela.

Si tienes alguna pregunta sobre nosotras ¡no dudes en dejar un comentario abajo!