Suiza es un país icónico, por su cultura, su vocación pacifista, su prosperidad económica y sus bellas montañas.
En nuestro viaje por el cantón de Berna, pudimos experimentar toda esa belleza que nos hicieron sentir como las Heidis de los tiempos modernos.
Haciendo de la villa de Interlaken nuestro punto de partida, pudimos hacer uno de los viajes más memorables de nuestras andanzas.
¡Acompáñanos!
Interlaken
En el cantón suizo de Berna se emplaza el pintoresco pueblo de Interlaken.
Interlaken viene del latín “Inter Lacus”, “Entre Lagos”. Como su nombre indica, está situado entre los lagos Thun y Brienz.
Esta pequeña ciudad es como una postal y creemos que es la imagen perfecta cuando pensamos en un “pintoresco pueblo suizo”. Visitamos esta villa durante el invierno y descubrimos un verdadero tesoro.
Aunque esta región con epicentro en Interlaken tiene una historia turística de siglo y medio, el sabor de pueblo entre las montañas no se ha perdido.
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Si eres deportista, esta ciudad te ofrecerá la oportunidad de realizar un sinfín de actividades como hacer excursiones con raqueta sobre nieve en las montañas, paseos en trineo, ski, snowboard entre otros.
En verano puedes poner a prueba tus niveles de adrenalina con la práctica de parapente, paracaidismo, ciclismo, hiking, ala-delta, rafting y kayak.
Lauterbrunnen
Lauterbrunnen es un pequeño pueblo con sus impresionantes cascadas internas, la más famosa de las cuales es Staubbach. Sus pintorescos cafés y tiendas hacen de su recorrido a pie un verdadero placer.
Pero Staubbach no es la única. ¡En el Valle de Lauterbrunnen existen más de 72 cascadas!
La visión de la cascada Staubbach como fondo a la villa es una de esas cosas que no van a olvidar.
También puedes tomar un paseo en teleférico y deleitarte con las magníficas y vertiginosas vistas del valle donde se asienta Lauterbrunnen.
Desde Lauterbrunnen puedes tomar el ferrocarril que te llevara a la montaña Jungfrau.
Monte Jungfrau
Una de las estrellas que no puedes dejar de visitar es la montaña Jungfrau de 4.158 mts de altura. Y la manera más impresionante y con más estilo de llegar a su cima es a través del Jungfraubahn o tren del Jungfrau, desde donde disfrutarás todo su recorrido con sus sorprendentes parajes.
El tren sale desde Kleine Scheidegg, que es una parada para quienes desean hacer esquí alpino en invierno. Y si no sabes nada o poco de esquí, estás en el lugar perfecto para tomar clases con personal experto y podrás alquilar los equipos y ropa para esquiar.
Luego pasas por las estaciones de Eigergletscher, Eigerwand, Eismeery y finalmente llegas a Jungfraujoch, la estación ferroviaria más alta de Europa a 3.454 mts.
El viaje dura aproximadamente 50 minutos. Entre picos nevados y páramos no despegarás la vista de la ventana del tren, pasarás por puentes que te retarán a no sentir vértigo.
Cuando llegas a la última estación, te adentras en un museo pequeño y la entrada es como un túnel de hielo. Se trata de una edificación de 5 pisos y accedes al museo desde el primer piso.
En el último piso hay un gran balcón abierto donde finalmente llegas a la majestuosa cima del Jungfrau.
La sensación de estar ahí es indescriptible, nos damos cuenta sin duda que la naturaleza es un regalo de Dios
Otras visitas
Luego al descender llegamos a Grindelwald. Como fuimos en invierno disfrutamos las decoraciones navideñas del pueblo.
Esta pequeña villa es un destino favorito para la práctica de deportes de invierno, como el esquí, snowboard o caminatas con raquetas sobre la nieve en las montañas.
La villa de Thun está a orillas del lago homónimo. El famoso Castillo de Thun es una construcción del siglo XII. Alberga un museo donde se pueden apreciar la historia de la región. Sus salas sirven de escenario para conciertos y otros eventos.
También a orillas del lago Thun está el hermoso Castillo de Oberhofen, que es parte del Museo Nacional de Berna.
El Brienz Rothorn Bahn es el único tren a vapor que todavía funciona en toda Europa.
Lo puedes tomar desde Brienz (a orillas del Lago Briens y a 20 minutos de Interlaken) hasta este pueblito llamado Rothorn, a 2350 metros de altura. Durante el trayecto de una hora hay vistas maravillosas del lago Brienz y los Alpes Berneses.
En Brienz, aparte de disfrutar de un bello paisaje en el trayecto hacia el pueblito, también disfrutarás de sus calles, que son consideradas las más bellas de Europa, con sus casitas de madera decoradas con mil flores en sus balcones encantadores.
Desde Brienz se puede ir de excursión a la impresionante Cascada de Geissbach. Pudimos apreciar la arquitectura tradicional suiza, como el Hotel Giessbach. Se aprecia la belleza de la campiña suiza en todo su esplendor.
Otro lugar imperdible de visitar es el Lago Blausse en alemán significa «Lago Azul«. Es un pequeño lago alpino muy hermoso que deleita por su intenso color azul turquesa en medio de las montañas suizas. Está ubicado cerca de la aldea Kandergrund en el Oberland bernés.
Un sitio que recomendamos, aunque no pudimos acceder es el Harder Kulm. Se trata de un mirador al cual se accede por un funicular y desde el cual puedes ver los dos lagos: el Brienz y el Thun. Cuando fuimos (invierno) estaba cerrado. Pero dicen que es increíble y las fotos que hemos visto desde él lo justifican. El lugar es accesible desde marzo hasta noviembre.
Consejos
- Antes de tomar el tren para ir a Jungfrau, recomendamos verificar el clima. De hecho, al comprar el boleto te dirán si puedes subir o no. Si es un día nublado todo se cubre de bruma. Y no tiene sentido pagar unos 200$ (el costo del tren hasta la cima) para no ver nada.
- Es importante ir temprano al Jungfrau. Sobre todo si vas en invierno, para que puedas disfrutar por más tiempo el recorrido y la cima de las montañas. Sólo con luz del día podrás disfrutar de los paisajes desde la cumbre.
- Es en verano cuando se aprecian mejor la gran cantidad de cascadas del cantón de Berna. Su caudal es mayor por el derretimiento de los hielos de invierno.
- Se pueden realizar los trayectos entre las diferentes villas en autobús o en tren. Ambos medios de comunicación están sujetos a la proverbial puntualidad y exactitud de la tradición germano-suiza. También podrías alquiler un automóvil, si estás en grupo. Así puedes ir a donde quieras: las carreteras son excepcionalmente buenas y puede reducir los costos de transporte.
- Suiza es sin duda alguna el país de los quesos, los chocolates, las salchichas, el musli y el pan de trenza entre otros. Los pintorescos mercados invitan al visitante que quiere cocinar por sí mismo.
- Con tal cantidad de opciones para hacer en Interlaken y sus alrededores, nosotras recomendamos fijar días para las actividades y otros para las excursiones.
De las maravillosas montañas, lagos y cascadas de Suiza, su gastronomía, sus pintorescos pueblos y su alta calidad de vida que se notaba en todas partes, pudimos entender por qué Heidi lloró y lloró cuando la sacaron de sus montañas.
Nosotras no lloramos cuando regresamos. Después de todo “no hay lugar como el hogar”. Pero la nostalgia y el deseo de volver se anidaron en nuestros corazones, sabiendo que habíamos dejado muchas “asignaturas pendientes” en nuestro viaje a este pequeño y hermoso país.