Lo que nos han enseñado 10 años de viajes – Parte I

Viajar es una escuela. Y esta actividad nos ha hecho mejores personas, más sabias, más despiertas, más informadas y sobre todo, más conscientes del mundo que compartimos.

Este es la primera entrega de dos artículos que hemos escrito sobre qué hemos aprendido en estos diez años de viajar por el mundo.

  • Viajar no es tan caro. Nosotras pensábamos que viajar sólo estaba al alcance de las personas “pudientes”. Estos años de trotamundos nos han enseñado que no es así. Consultando precios de distintas ofertas, con servicios como Airbnb, apps de aerolíneas con promociones, paseos a bajo costo, etc. la verdad es que hemos descubierto que viajar es bastante accesible a cualquier bolsillo.
  • Algunos piensan que pagar por un boleto “al último momento” redundará en un mejor precio. Eso es falso. De hecho, es posible que te cueste más caro. Y también si compras un boleto a último momento es posible que no hayas hecho tus reservas de alojamiento, lo que te resultará en mayores precios también en el alojamiento. O peor, que no encuentres alojamiento.
  • Hay personas temerosas que no viajan porque piensan que, al verles la cara de turista, alguien se querrá aprovechar. No pienses en que te van a robar, que te van a timar. Nosotros pensamos que el 95% de las personas están dispuestas a ayudar. La gran mayoría en el mundo es buena. Pero sólo son los malos los que salen en las noticias.
  • Tampoco seas ingenuo.
  • Sí es cierto que algunos querrán aprovecharse si te ven de turista. Algunos prestadores de servicios, si captan que eres turista, querrán inflar sus precios. Por eso es importante que hagamos una investigación previa sobre los precios en nuestros destinos. Una página muy útil para averiguar costo de vida es Numbeo.
  • No es más peligroso o arriesgado el que viajen dos mujeres e incluso una mujer sola. Sencillamente aplica el sentido común: no visites determinados sitios en determinados países a determinadas horas. Existen webs muy buenas donde los viajeros comentan sus experiencias. Debes tratar de empaparte lo más posible de la etiqueta y códigos de conducta del país que quieres visitar. Esto es especialmente cierto en países musulmanes.
  • Quítate esa timidez de hablar con las personas oriundas de tu destino. Conversar con personas en la calle puede ser una manera excelente de conocer ofertas, sitios para visitar, tiendas, restaurantes que ni se te habrían ocurrido averiguando por tu cuenta. ¿Quién mejor que un nativo para decirte qué vale la pena visitar? Y el 80% de sus recomendaciones te aseguramos que no aparecen en las guías turísticas.
  • Ampliando lo anterior, no temas hacer preguntas que te puedan parecer obvias en tu hospedaje, a los guías o a cualquiera. En nuestro caso, en varias ocasiones nos ahorramos un apuro por preguntar cosas que dábamos por obvias. Por ejemplo, que resultó que el hospedaje incluía desayuno y nosotras creíamos que no.
  • Turismo responsable. Al visitar Tailandia, una de las cosas que deseábamos hacer era pasear sobre un elefante. Pero descubrimos que esos animales son sometidos a maltratos y nos negamos a apoyar ese tipo de turismo depredador. Si vas a un mercado de artesanos, averigua bien quién fabrica las prendas. En varios países se explota mano de obra infantil para hacer souvenirs para turistas. El viajar te hace consciente y compasivo. Mejor ser humano.
  • No prestes oídos (o hazlo con reservas) a los “consejos” bienintencionados de personas que te alertan contra determinados destinos, su gente o costumbres. En muchos casos, estas personas no han siquiera ido a esos lugares y se limitan a repetir lo que han oído de otros. En algunos casos sí han ido, pero su historia no tiene que ser la misma que la tuya. Debes construir tu propia historia, de eso se trata viajar.
  • Una cosa importante que nos ha enseñado el viajar es la de ser agradecidas. Agradecidas por la oportunidad de viajar, conocer personas y vistas maravillosas. El agradecimiento es un poderoso motor que trae más cosas buenas. Viajar nos ha hecho también más tolerantes, humildes y comprensivas hacia otras culturas y personas.
  • En los viajes, especialmente los largos, hemos aprendido la importancia del descanso. Cuando uno viaja, quiere conocer todo, aprovechar cada minuto para ver cosas diferentes. En realidad, viajar se trata de asimilar experiencias y difícilmente lo harás si están cansado o apurado para pasar a la próxima atracción. Como un gourmet que se toma su tiempo para disfrutar de la comida, así debes tomar tu tiempo para absorber tus experiencias y dejar que pasen a formar parte de ti.
  • Siempre reserva lo que pueda ser reservado. Alojamientos, visitas, restaurantes, paseos, etc. Ahorrarás tiempo, dinero y obtendrás tranquilidad. Haz una planificación de tus estadías y visitas y cíñete al plan (manteniendo un plan B). Haciéndolo así, incluso mejora tu espontaneidad, porque ahorrarás tiempo y dinero que te pueden permitir tomar otra aventura que no habías planificado.
  • En los sitios donde estén disponibles, no dejes de tomar los free walking tours. Estos son tours guiados a pie y donde conocerás historias y harás visitas que no salen en las guías turísticas tradicionales. Son una de las mejores maneras de conocer una localidad, además es gratis. Aunque si te gusta el paseo, deja una propina al guía.
  • Haz una actividad como lo haría un local. Córtate el cabello, ve al mercado, paga por un buen masaje. Eso te hará tener una mejor semblanza del lugar donde estás, porque estas actividades se pueden hacer en lugares no destinados a turistas. Así entrarás en contacto con los nativos y compartirás su día a día.
  • Hemos aprendido como un sencillo gesto como tratar de hablar la lengua de tu destino puede abrirte muchas puertas. Aprende las frases más usadas en el idioma vernáculo de tu destino. Es una excelente manera de entrar en conversación con un nativo, además que ellos apreciarán el que hagas el intento por aprender su lengua y no trates de comunicarte en inglés, como si todos estuvieran obligados a saber inglés.

En la próxima entrega, compartiremos más cosas increíbles que hemos aprendido en nuestros años viajando por el mundo. ¡Así que no te la pierdas!