Uno de los escenarios más atemorizantes es el de verte de pronto sin dinero o incluso sin pasaporte en un país extraño.

Además, la sensación de ser un auténtico tonto por haber confiado en aquel amable y sonriente local.

En este artículo te compartimos algunos tipos de timos y estafas comunes en los viajes para que tengas la guardia arriba.

 

El taxista pirata

En algunos países en vías de desarrollo o caóticos como la India, puede ocurrir que para salir del aeropuerto hacia tu alojamiento te encuentres con que no hay un sistema seguro de transporte o línea de taxi establecida.

Es entonces cuando eres abordado por taxistas piratas. Si no ves otra alternativa, lo tomas.

Por el camino te informan que el hotel a donde vas a hospedarte está cerrado con el fin de llevarte a otro hotel porque van a recibir una comisión de ese otro lugar. Parece mentira, pero más de uno ha caído, incluso habiendo reservado en el hotel semanas antes del viaje.

Infórmate si el hotel donde reservas tiene el servicio de traslado del aeropuerto al hotel.

¡Esto no está en el menú!

 

Otro timo común ocurre en los lugares turísticos para comer. Se suele ver colocado un anuncio con menús y precios muy atractivos. Pero una vez consumido el pedido y a la hora de pagar, resulta que te cobran una cantidad extras que no habías contemplado. Por ejemplo, en China nos cobraron extra por las servilletas. En otros lugares cobran por los cubiertos.

Esto es diferente al cobro de servicio que puede venir en la cuenta. En EE. UU. y Canadá pagas un adicional pero es algo que está establecido. Esto suele ser entre un 5% a 10% del consumo.

Siempre al entrar al restaurante asegúrate de que los precios estén reflejados. Puede ser que el bistec te cueste 10 dólares y así se refleja, pero resulta que los contornos se cobran aparte.

Cuidado con los paquetes callejeros

 

Es muy frecuente en países como Tailandia que encuentres gente en la calle vendiendo paquetes turísticos como quien vende tickets de lotería.

El modus operandi es el usual: te ven con cara de turista y comienzan a tratar de bajarte las defensas aturdiéndote con decenas de ofertas una más económica que otra. Es muy arriesgado tomar estos paquetes callejeros. Todo puede ir desde cobrarte caro lo que te vendieron barato hasta el asalto y cuanto a ellos se les ocurra.

Siempre compra los paquetes turísticos en una agencia de viajes o en el propio hotel. Como siempre, el sentido común te puede ahorrar muchas penas.

Por cierto, es importante aclarar desde el principio en qué moneda te están cobrando. No es lo mismo la moneda local y el dólar.

El guía vividor

 

Otro fraude común es el de la gente local super amable y sonriente que te ofrecen la ayuda de llevarte conocer lugares que sólo un local conoce y muchos más baratos que los paquetes de las agencias.

Pero luego resulta que debes pagarles la comida de los sitios a donde te llevan, e incluso, pagarle sus “honorarios”.

En ciertos lugares, los paquetes turísticos no incluyen la comida del guía, pero no te lo dicen. Siempre debes aclarar exhaustivamente qué incluye y qué no incluye el “paquete”. Porque eres tú quien puedes terminar en un paquete.

La “estafa favorita”

 

Nosotras, cada vez que viajamos, nos informamos de la estafa más común en nuestro destino. Hay foros y portales en internet donde los viajeros cuentan sus experiencias de viaje y advierten a otros sobre estafas y timos comunes.

¡Qué linda niña!

 

En muchos lugares puedes ver a niños vestidos con coloridos trajes típicos del lugar. O a adultos disfrazados de gladiadores en Roma. Se ven tan lindos y tan típicos que es difícil resistirse a tomarles una foto.

Si lo haces, prepárate a pagar los honorarios del modelo de turno, generalmente con tarifas establecidas, pero que no ves anunciadas en ninguna parte.

La entrada al cielo se cobra

 

Pasa en Tailandia que, al visitar un templo, puede ocurrir que al llegar habrá gente que te dice que justo ese día está cerrado al público y te quieren convencer para llevarte a otro templo más bello, más grande, más antiguo o incluso más sagrado. Y que resulta que es más caro.

Si te interesa ese otro templo, vete por tu cuenta. Si no declina la invitación. Infórmate bien sobre horarios de sitios a visitar.

Cuando entras a las mezquitas debes quitarte los zapatos. Hay lugares especiales para guardar los zapatos. Pero ocurre que se roban los zapatos mientras conoces la visita, no pasa muy a menudo pero si se ha dado casos. Recomendamos llevarte una bolsa donde colocar tus zapatos y cargarlos encima durante el recorrido.

En esos sitios sagrados, no debes mostrar hombros y no te dejan entrar con shorts. Generalmente en sitios sagrados muy visitados, te pueden suministrar los implementos necesarios como bufandas y hasta unos pantalones holgados y por lo general son gratis. Algunos se aprovechan de esto y ofrecen ítems de vestir para la venta.

La caridad también se cobra

 

Hay otro timo que consiste en un grupo de personas que te piden firmar una carta de recolección de firmas para una caridad. Pero luego resulta que te quieren obligar a colaborar con dinero, incluso estableciendo un mínimo de “donación amorosa”.

Nunca aceptes dar para caridades en entornos extraños. Casi nunca son verdaderas caridades reales o son redes de mendicidad.

Lo que se regala… se cobra también

 

Son típicas las personas que te quieren regalar pulseritas, flores o detalles y luego quieren cobrarte por ellas. Si te parece bonito el detalle, dales. Si no, ni lo aceptes, van a ser muy insistente.

Nos pasó una vez que un sonriente señor nos pidió leer nuestras manos. Lo que pensamos que era un gesto amable de un desconocido, resultó ser una sesión quiromántica con honorarios establecidos.

Supongo que en nuestras manos decía “incautas con dinero fácil”.

Dedos de seda

 

Por supuesto, no podemos dejar por fuera a los ubicuos y hábiles carteristas.

El modus operandi más común consiste en trabajar en pareja o equipo. Mientras uno de ellos te distrae el otro te roba sin que te des cuenta. La distracción suele consistir en tropiezos, preguntarte cosas como direcciones (a ti, un turista con cara de perdido) o realizar alguna performance para llamar tu atención.

A una amiga le pasó que la robaron frente a nosotras y ninguna nos dimos cuenta. Ella sólo sintió que la empujaron y volteó a ver quién era. Al poco tiempo, se dio cuenta de que ya no tenía el koala donde llevaba su documentación y su dinero.

Conclusiones

 

Como ves, hay una serie larga e incluso ingeniosa de sustraer tu dinero voluntaria o involuntariamente y que tiene a los incautos turistas como objetivo.

Aquí, la palabra clave es “incauto”. El uso del sentido común y la investigación previa de horarios de nuestros destinos, así como las costumbres del lugar, si bien no nos va a proteger al 100% si disminuye muchísimo la probabilidad de pasar por un mal momento cuando estas de viaje.

Lamentablemente hay que decirlo, desconfía de lo quien te parezca excesivamente amable o que insista en dar ayuda no solicitada.

Y siempre escucha tu voz interna que te previene de ese niñito o esa viejita tan linda.