Cuando viajamos en avión, sobre todo en vuelos transoceánicos o intercontinentales, es esencial la comodidad física, pero también psicológicamente queremos aislarnos de los otros pasajeros, crear una especie de burbuja en la cual refugiarnos durante las largas horas de vuelo (y de aeropuerto). Más aún si vamos en clase económica.
En este artículo, te damos algunas pistas y tips para estar más cómodo en esa situación.
No es fácil
Comodidad es la clave. Para vuelos cortos o domésticos de dos o tres horas, realmente no es muy relevante cómo te vistes. Es frecuente ver a hombres de negocios vestidos de traje y corbata en este tipo de vuelos.
El problema se presenta en los viajes intercontinentales o transoceánicos o de un extremo al otro del continente. Aquí la situación no es fácil. No lo es. Viajar durante horas con nuestro espacio personal restringido a una butaca y en prácticamente la misma posición puede ser estresante: física y psicológicamente.
Pero hay algunas cosas que podemos intentar para hacer más llevadera la carga. Hay dos sectores que nos gustaría señalar: Comodidad física y Aislamiento Psicológico.
Comodidad Física
Pasar ocho, diez o más horas en la misma posición es todo un reto. Pero hay acciones que puedes llevar a cabo para contrarrestar la fatiga que puede ocasionar.
- Lleva ropa cómoda. No uses zapatos con tacones altos o plataformas. Incluso si vistes en capas, usa ropa que te permita libertad de movimiento. Porque, créenos, la necesitarás.
- Así abordes en un país cálido del Medio Oriente o desde el sur de Europa en verano, lleva en tu equipaje de mano un sweater. En los aeropuertos y aviones el aire acondicionado está a millón. Generalmente la azafata te dará una cobija delgada, que pronto verás que no es suficiente. Lleva tu abrigador o sweater para complementar.
- Por muy sexy que seas, no uses ropa ajustada o muy ceñida. Con el paso de las horas, verás que esas prendas tienden a apretar tu cuerpo y te producirá una sensación muy desagradable. Si eres chica, tampoco vistas con minifaldas o muy escotada o morirás de frío. Los zapatos de plataformas pueden levantar suspicacias en los oficiales de aduana y es posible que te los soliciten para examinar que no haya nada escondido en ellos.
- Si estás en un país cálido musulmán, usa pantalones de algodón largos de color claro. Son frescos y también te protegerán del frio del aeropuerto y avión. Sí llegas en shorts, considera llevar entre tu equipaje de mano unos pantalones largos que te puedas poner en el aeropuerto o el avión.
- A las damas, no usar vestidos tipo body completos o enterizos. Porque los baños de los aviones son pequeños y puede ser una hazaña de contorsionista tener que quitártelo y ponértelo cuando vas al baño.
- ¡Haz ejercicio durante el vuelo! Sí, como lo lees. Puedes realizar ciertos movimientos sin verte demasiado raro y mantener tu cuerpo sin entumecimientos y activo. Además, te mantendrás calentito. Aquí puedes ver algunas recomendaciones.
Aislamiento psicológico
No se trata de que vayas a ser un huraño y asocial turista que no está dispuesto a entablar una agradable conversación con otro pasajero. Lo que sería genial para amenizar el viaje.
Más bien, es que en las largas horas de vuelo los pasajeros de un avión tienden a encerrarse en sí mismos, y aliviar el tedio y monotonía de un vuelo largo.
A este respecto, recomendamos:
- Lleva unos lentes, gafas o anteojos de sol. Sí, así mismo, dentro del avión. Si quieres echar una siesta, seguramente te molestará la luz de la cabina o si el pasajero de la ventana decide ver el paisaje y abre la ventana, la insolación de las nubes que reflejan la luz solar es fuerte. Vas a querer usar tus lentes de sol.
- Lleva tu IPod con audífonos o cualquier otro dispositivo desde el cual puedas escuchar música. Y no sólo música. Puedes escuchar un podcast, un audiolibro, aprender un idioma, hacer meditación guiada, etc.
- Lleva un libro o Kindle (lector electrónico) y termina –o comienza- ese libro que siempre has querido leer. Si vas de ida, o puedes también repasar tu itinerario de viaje, lugares turísticos, etc.
Conclusiones
Como ves, no es poco lo que puedes hacer en un largo vuelo para disminuir la incomodidad que pueden generarnos.
Sigue estas sencillas recomendaciones y verás que, aunque un vuelo de trece horas seguirá siendo de trece horas, éstas se pasarán más rápido y tu nivel de fatiga y jetlag se harán más tolerable.
Y tú ¿Cómo has sobrellevado las largas horas de un vuelo intercontinental? ¡Déjanos tus comentarios!