La provincia de La Spezia, en la región de Liguria en Italia, tiene una dilatada historia y algunas gemas bien escondidas. Su ciudad principal, Génova, alguna vez fue el centro de una poderosa república marina, la República de Génova, la patria de Colón.

Entre las gemas más hermosas está Cinque Terre (Cinco Tierras), parque nacional y Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

En este lugar, pudimos disfrutar de algunas cosas favoritas para nosotras:

  • Localidades fascinantes de colores vivos situadas en acantilados sobre el mar.
  • Cientos de rutas senderistas que recorren un paisaje virgen enmarcado por la naturaleza y vistas maravillosas.
  • Castillos, murallas y otras construcciones antiguas.
  • Muchas playas pequeñas para todos los gustos, incluso algunas vírgenes y aisladas.

 

Acceso

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nuestra base de operaciones fue la ciudad de La Spezia, cerca de Cinque Terre. Se puede encontrar alojamiento en alguna de las cinco villas que están dentro del Parque (Riomaggiore, Monterosso al Mare, Manarola, Corniglia y Vernazza), pero al ser altamente turísticos los costos son más altos.

Hay tres maneras de acceder a estos pueblos: por tren, por bote y en auto. El más popular siendo el uso del tren. Por auto es arriesgado, dada la topografía de la zona, muy dada a derrumbes y cierres de vías.

Lo ideal es tomarse un día visitando cada pueblo, para experimentar sus bellezas y el estilo de vida de sus habitantes. Cada boleto en tren a un destino de estos desde La Spezia puede estar entre 4-6 euros.

Si quieres visitar los cinco pueblos y no cuentas con mucho tiempo, puedes comprar un boleto único ilimitado por un día por 16 euros y puedes ir y venir las veces que quieras por 24 horas.

 

Riomaggiore

 

 

 

 

 

 

 

 

El primer pueblo en la ruta en tren desde La Spezia es Riomaggiore.

Visitamos el Montenero y su capilla en la cima: el Templo de la Madona de Montenero, con casi siete siglos de historia. La vista es especialmente bella desde su cima y puedes atestiguar los impresionantes atardeceres de la zona.

El Castillo de Riomaggionre es otro atractivo de la zona. Construido durante la República de Génova para la defensa de la villa contra los piratas y bárbaros. Hoy día, tiene una de las más hermosas vistas a los senderos y al mar y es un sitio especialmente buscado por enamorados para sus encuentros.

En el centro histórico de Riomaggiore está la Iglesia de San Juan Bautista. Fue parcialmente destruida por un sismo en 1870 y luego reconstruida.

 

Manarola

Una pequeña villa a medio kilómetro de Riomaggiore, Manarola descansa sobre un acantilado rocoso y el contraste entre sus casas multicolores y la roca desnuda y severa es muy escénico. Sus estrechas calles flanqueadas por antiguas fachadas y balcones te transportan a otra época.

En Manarola durante diciembre y enero de cada año arman lo que han llamada el “Pesebre más grande del Mundo”. Desde 2007 se ha hecho tradición armar un Nacimiento o Belén, cada año más grande, y que es digno de admirar.

Descendimos hacia el pequeño puerto, con su playita y su malecón y unas encantadoras embarcaciones multicolores. Desde ahí, ascendimos al Mirador de Manarola, donde se aprecia completo el espectáculo que ofrece el pequeño puerto.

 

Vernazza

 

El siguiente pueblo en el camino es Vernazza.

Algunos dicen que es el pueblo más bonito de la zona. Lo cierto es que este pueblo tuvo que ser reconstruido tras sufrir devastadoras inundaciones en 2011.

Aquí visitamos la Iglesia de Santa Margarita de Antioquía, que ha sufrido varias remodelaciones a través de los siglos que van cambiando su arquitectura. En la plaza de la iglesia puedes ver a las señoras mayores del pueblo que se reúnen a comentar las últimas noticias locales… Más bien, creemos, a contar los chismes del momento.

Visitamos el Castillo Doria y la Torre Belforte, construidos por la poderosa familia genovesa de los Doria. Este castillo fue construido con fines defensivos y hoy por hoy brinda una inmejorable vista del pueblo, el puerto y el mar. Los miradores son visitas obligadas, cada mirador de los pueblos te dará diferentes perspectivas de la zona, todas asombrosas.

 

Monterosso al Mare

 

Monterosso al Mare es el pueblo más concurrido de Cinqueterre y esto es debido a que posee la playa más grande de toda esta costa, la Playa Fegina. Por esto mismo, Monterosso cuenta con una infraestructura turística más robusta que la de sus hermanas.

Esta hermosa playa de arena tiene en el centro y entre el agua y la tierra una enorme roca que constituye su signo más llamativo. Hay todos los servicios de playa que se necesitan: restaurant, sillas, toldos, botes, deportes acuáticos, etc.

Por la playa Fegina, hay una estatua gigantesca. Representa a Neptuno sosteniendo una concha enorme. Pesa cerca de 1.700 toneladas, y mide 14 metros de altura. Ha resistido Guerras Mundiales y tempestades desde 1910 y se erige poderosa, como guardiana de Monterosso.

 

El Sendero Azul

 

 

El Sentiero Azzurro, o «Sendero Azul» es una ruta de senderismo que se desarrolla íntegramente dentro del Parque Nacional Cinque Terre, y que conecta los cinco pueblos principales.

El camino ha sido históricamente utilizado por los habitantes locales para viajar a pie entre los pueblos de la zona.

El camino comienza en Riomaggiore para llegar a Monterosso al Mare a través de Manarola, Corniglia y Vernazza y tiene unos 12 kilómetros de largo. Se puede recorrer entre cinco y seis horas.

Como la zona es accidentada y está sujeta a deslaves y derrumbes, es frecuente que secciones del sendero se cierren. Por lo que hay que averiguar con antelación si se quiere recorrer.

 

Conclusiones

 

Aunque en esta oportunidad no conocimos el quinto pueblo, Corniglia, creemos que logramos nuestras expectativas favoritas al venir a esta bella costa.

Recorrer bellos pueblos, cargados de historia en un ambiente natural sobrecogedor, donde se conjugan el mar, la montaña y siglos de historia. Hecho.

Disfrutar de algunos de los atardeceres más hermosos que hemos visto. Hecho.

Sentarse a degustar un delicioso café (los italianos son maestros baristas) a orilla del mar. Hecho.

Recorrer pintorescas tiendas. Hecho.

Hacer tour fotográfico en secciones del Sendero Azul. Hecho.

Este viaje está definitivamente recomendado para quienes buscan esa unión especial entre lo pintoresco, lo natural, lo histórico y un paisaje grandioso.