La ciudad de Nápoles es como un resumen, un microcosmos de Italia. Es una ciudad de contrastes con todo lo bueno y lo malo que se pueda encontrar. Pero es precisamente ese carácter paradójico el que le da ese aire tan único que la diferencia del resto de Italia.

Aquí, te comentamos sobre esta fascinante ciudad italiana.

La gente

Definitivamente, la parte más entrañable y pintoresca de Nápoles es su gentilicio. El napolitano es muy amable. Al napolitano lo encontramos bastante afín al latinoamericano. Es bromista, cálido, orgulloso, pendenciero… pero de gran corazón.

Hay partes peligrosas en esta urbe, pero si las evitas y haces uso del sentido común, no te pasará nada.

A nosotras nos gustó la zona turística, pero su mayor encanto es conocer al napolitano de a pie.

Una ciudad caótica

Favorecida por su condición de puerto, Nápoles es una ciudad de inmigrantes. La gran mayoría de ellos llegan en condiciones de pobreza. Esto produce el caldo de cultivo ideal para la delincuencia y el desempleo. Abundan los carteristas.

Nápoles es una ciudad caótica. Tienen un problema con la basura en los lugares públicos. La hay por todas partes. Al parecer, es un tema crónico de salarios impagados a los trabajadores del aseo y éstos se van a la huelga.

Por otra parte, hay mucha vida nocturna: la vibración de esta ciudad es especial. Hemos conocidos pocas ciudades con una vida nocturna tan variada y activa como ésta.

En Nápoles, como en el resto de Italia, se come muy bien. Aquí la comida es económica. La pasta con salsa napolitana y la pizza es el menú nacional. A Nápoles se le acredita como la cuna de la pizza. De hecho, esta el Pizzafest, un festival de once días para degustar las variedades de este plato conocido en todo el mundo.

Semblanza

Coexistiendo con los sitios de ¨rumba¨ de moda está la gran religiosidad del napolitano. Verás catedrales e iglesias en todas partes.

Los castillos y fortalezas, por otra parte, comunican la riqueza histórica que guarda Nápoles.

Las callejuelas estrechas parecen sacadas de una película de Vittorio de Sica. Por encima de tu cabeza podrás ver un enmarañado de cables para colgar la ropa. Es tan característico, que comimos en un restaurante muy bonito y delicioso y la decoración consistía en ropa colgada en cables en el techo, mientras en la pared había ollas y otros utensilios.

En Nápoles hay un culto por el futbolista Maradona. En los 80s Maradona llevo al modesto equipo napolitano de futbol, el Napoli, de ser un oscuro equipo de segunda división a Campeón de Europa. Y esto está grabado en el alma del napolitano.

Es notable el arte callejero, representado por los numerosos grafitis, especialmente en el Barrio Español.

Traslados

Si estás acostumbrado a ciudades muy reguladas, trasladarte por Nápoles puede ser un desafío. Nosotras, que solíamos ir de un lugar a otro en Caracas no tuvimos mayores inconvenientes,

El servicio de autobús es muy irregular, nunca llega a la hora. Las palabras ¨puntualidad¨ y ¨napolitano¨ difícilmente las verás en la misma frase. El napolitano se toma la vida con calma.

Es mejor trasladarse en metro, que en horas pico es caótico.

Debes tener mucho cuidado como peatón con las motos. Hay gran cantidad de ellas, tipo vespas, en la calle y parecen moscas. Hay que tener mucho cuidado con ellas en callejones estrechos porque los conductores no respetan el derecho a paso del peatón ni las señales de tránsito.

Los semáforos son una sugerencia para el napolitano. No se detienen ante una luz roja si no hay gente pasando. Debes hacer señas de que vas a pasar cuando te corresponda para avisar que vas a cruzar la calle. Nunca des por descontado que se detendrán ante una luz roja.

Lungomare

El Lungomare di Napoli es una ruta de unos 3 km que bordea el mar y brindando una de las «vistas» más hermosas del mundo, capaz de fascinar a los turistas, pero también a los propios habitantes que abarrotan el espléndido paseo marítimo durante todo el año.

El paseo marítimo Lungomare es la zona más high-profile de Nápoles. Ahí están los mejores hoteles, los mejores restaurantes y tiendas de diseñadores. Hay una vida vibrante de día y de noche y es una promenade muy segura.

Desde Lungomare podrás también visitar el Castillo del Lobo, desde donde puedes apreciar las hermosas vistas del Golfo de Nápoles. La entrada es libre.

Vesubio

Desde Nápoles pueden tomarse un día para conocer el Vesubio, el volcán frente a la ciudad. Es uno de los pocos volcanes activos que es seguro visitar.

Accedes a la zona del volcán luego de un paseo en bus de media hora y 6,20 euros ida y vuelta. Luego, continuas el ascenso a pie al cráter mismo del volcán.

Debes llevar ropa abrigada porque arriba hace frio. El cráter está a 1280 metros de altura. El autobús se detiene para que los pasajeros compren su entrada al Vesubio. Hay miradores desde donde se ven increíbles vistas del Golfo y la ciudad.

Es asombroso este paseo, porque resulta que el Vesubio es uno de los volcanes más peligrosos del mundo: es proclive a violentas explosiones que pueden afectar a más de tres millones de personas que viven en las cercanías. Incluyendo la ciudad de Nápoles.

La erupción del Vesubio del 79 de nuestra era fue, por mucho, su explosión más famosa, aunque no la más poderosa. Destruyó las ciudades de Pompeya, Herculano y otros asentamientos. Hay varias películas que dramatizan este hecho.

Capri

Tomando un ferry desde el puerto napolitano puedes visitar la isla de Capri. Un auténtico contraste con Nápoles. Sus bellas playas, agradable clima todo el año, infraestructura de servicios de lujo y opulenta historia desde el imperio romano han convertido a esta isla en uno de los destinos del jetset internacional y, hoy día, es una meca del turismo gay.

Conclusiones

Es catalogada como la más insegura de Italia, y la tercera más grande. Es patrimonio de la UNESCO y es la cuna de la pizza.

Nápoles, esta ciudad de contrastes bien vale la pena visitar. En nuestra experiencia personal lo fue aún más, porque inevitablemente nos recordó la ciudad donde nacimos y nos criamos: Caracas.

La hospitalidad y calidez de sus habitantes, un perfecto match con su clima, su deliciosa gastronomía y atractivos para todos los gustos: desde históricos y artísticos hasta la exuberante vida nocturna y desde sagrados hasta profanos, la han convertido, pese a sus problemas, en una meca del turismo en Italia.