Uno de los mayores hándicaps a la hora de viajar es establecer la logística para comer. Por eso muchos prefieren tomar tours y paquetes “todo incluido” para quitarse de encima la preocupación de cuestiones tales como ¿Qué comer? y ¿Dónde comer?
El problema es que la mayoría de las veces no es muy buena idea (al menos, desde nuestro punto de vista) tomar esas opciones con “todo incluido”.
¿Por qué preferimos prepararnos la comida?
Hay dos cosas fundamentales a la hora de decidirnos a no tomar tours, cuando es procedente, con comidas incluidas: economía y salud.
Es obvio que los tours y paquetes que incluyen comida son más caros, a veces, más caros de lo que deberían.
Otros no incluyen la comida propiamente, pero sí te llevan a restaurantes y lugares para comer, con los cuales los operadores turísticos ya tienen una alianza, y pues te ven cara de turista y quieren cobrarte exageradamente.
Por otra parte, en muchas ocasiones te llevan a sitios donde los locales no comerían, no sólo por el tema de los precios, sino porque pueden ser sitios de cuestionable salubridad.
Aunque siempre recomendamos probar los sabores locales, los lugares que escojamos para ello deben ser sujetos a una cuidadosa investigación previa al viaje.
¿Cuándo nosotras preparamos nuestra propia comida?
En aeropuertos: mientras esperamos nuestro vuelo, preferimos comer comida preparada por nosotras, antes que ir a los sitios de comidas de los aeropuertos, que suelen ser caros, sin variedad, y con comida vieja.
En los vuelos internacionales: antes de abordar, puedes llevar comida. Luego de la aduana ya no puedes entrar con comidas para el consumo en el momento, pero antes, puedes consumir tu tentempié como lo explicamos antes.
En vuelos nacionales de corta duración puedes llevar comida, ya que las aerolíneas no suelen servir comidas, apartes de los snacks y algunas bebidas.
En paseos full-day, como lo explicamos arriba, suelen llevarte a sitios o muy caros o de cuestionable higiene… o simplemente a sitios de comida rápida.
Si tomas paquetes que no incluyen comida, ahorras más dinero para disfrutar tu viaje y sueles tener más autonomía a la hora de decidir tus itinerarios.
¿Cómo proceder con la comida?
La estrategia que solemos seguir es bastante simple: un buen y nutritivo desayuno y preparar una vianda antes de salir para el resto del día, si vamos a un full-day o es “día de aeropuerto”.
La vianda, en nuestro caso, nunca carece de frutas y frutos secos nutritivos. Con una comida nutritiva puedes aguantar los rigores del paseo y puedes llegar hasta la noche sin morir de hambre.
Cuando planificamos nuestros viajes, en lo referente al alojamiento, siempre buscamos escoger hostales o posadas donde podamos cocinar.
Y en cuanto a la planificación de nuestro tiempo, siempre asignamos una o dos horas para recorrer los mercados. Además, los mercados son excelentes lugares para entrar en contacto con la cultura local y con los nativos.
Desde nuestro lugar de origen, vamos ya con una idea del menú y una lista de ingredientes. Si es posible, investigamos si esos ingredientes pueden ser fácilmente encontrados en los mercados locales.
Pro tip: en muchos mercados puedes comprar platos ya preparados.
Raciones de campaña
Nuestras raciones de campaña (como aquellas de los soldados de élite) se componen de comidas fáciles de elaborar y nutritivas. Pueden ser preparadas antes de salir y, en algunos casos, durante la salida si es necesario.
Deben cumplir varios requisitos:
- Ingredientes fácilmente accesibles
- Versátiles: si no consigues un ingrediente, puedes usar otro.
- Ligeras, es horrible ir por calles en pendiente, montañas o mercadillos atestados con sensación de llenura.
- Deben mantenernos satisfechas todo el día hasta que regresemos al hostal o posada.
- ¡Deliciosas! Al menos para nosotras…
A continuación presentamos nuestras cinco raciones de campaña favoritas.
Nuestro top 5
Pasta fría: también llamada “ensalada de pasta”. A la pasta fría agregamos tomate picado, cebolla, perejil y queso rallado. La aprendimos a hacer en Italia, donde le agregan una pizca de limón. Este plato lo complementa con fruta.
Ensalada con salmón ahumado: Salmón ahumado picadito, le agregamos tomate, rúgula, lechuga, y albahaca. Agregar nueces y crotones. Los crotones los llevamos en un envase aparte porque se ponen “aguados”. Se puede agregar pimentón y pepino.
Tortilla de huevo: con brócoli picado y champiñón. Agregar cebolla picada, sal, pimienta, cebollín, puerro y queso al gusto. Si tienes procesador, buenísimo. Para dos personas usar: 6 huevos y 1 brócoli. Sofríes la cebolla con cebollín y el puerro y todos los ingredientes. Este plato se puede consumir horas después a temperatura ambiente.
Pro tips: El aceite de oliva es un complemento que no debería faltar. Además, no consumimos sal blanca sino sal del Himalaya, bastante difícil de conseguir en muchos destinos. Y el ajo es otro imprescindible.
Lo que hacemos es llevar en unos pequeños frascos estos tres ingredientes. Mejoran bastante la calidad, sabor y cualidades nutritivas. Procura consumir todo lo que compres y prepares.
Tortilla de guacamole: Plato típico de la comida mexicana. Preparamos el guacamole picando uno o dos aguacates, tomate, cebolla, perejil, cilantro, rúgula, sal, limón. Agregas todos estos ingredientes en un bol y con un tenedor vas estrujando y formando el guacamole. Complementar, como todas las raciones, con frutas y/o frutos secos. Las tortillas con guacamole puedes comerla con tocineta y queso.
Verduras salteadas con huevo duro, batata dulce cocida o papa. Puedes agregar calabacín, berenjena, cebolla, ajoporro y cebollín. Sofríes todo y te puedes poner creativo agregando champiñones. Los huevos duros y las batatas los cocinas aparte. Al igual que con las tortillas con guacamole puedes agregar tocineta y queso y huevo.
La tocineta puede ser muy sana. Pero asegúrate de que su contenido de sodio sea bajo: mientras menos sodio mejor. Es más sana que comer azúcar.
Si les podemos decir que hay lugares en el mundo donde vale la pena comer afuera por dos cosas importante la comida es muy muy barata y es riquisima como es el caso de Tailandia y China.
Conclusiones
Hemos compartido nuestras “raciones de campaña”, las mismas que nos han salvado del hambre y la miseria en sitios inhóspitos…
Bueno, no tanto así. Pero lo último que quieres es ponerte de mal humor y perder fuerzas mientras que visitas sitios hermosos porque no le estás dando a tu cuerpo sus requerimientos nutritivos diarios.
Además, te salvas de tener que comer en sitios de comida rápida o comida callejera de dudosa procedencia e higiene.
Somos defensoras de probar los sabores locales, pero que esta decisión no esté dictada porque morimos de hambre y debemos comer en el primer sitio que se nos presente.
De este modo maximizamos el “factor disfrute” de nuestros viajes.
Y cuentame de tu plato favorito? tienes alguno que quieras compartir?