La danza árabe es la expresión artística que más hemos cultivado y de un modo constante desde hace varios años.

Como saben, somos de ascendencia siria y en nuestra casa, siempre estuvimos en contacto con ciertas tradiciones, como la gastronomía, ciertas costumbres y, cómo no, la danza árabe u oriental.

El Inicio

 

Todo comenzó cuando teníamos 13 años y asistimos a un bautizo, en el cual se había contratado a una bailarina árabe. La bailarina nos pareció tan hermosa y sensual que creemos que  fue en ese momento en el que la danza árabe se quedó en nosotras.

Pero por diversas causas no fue sino hasta los 24 años cuando decidimos formalmente aprender  y nos inscribimos en una academia de danza árabe. Por aquella época transmitían “El Clon”, la telenovela brasileña centrada en cultura árabe con muchas escenas de danza árabe. ¿Habrá influido?

A los dos años, nuestro entrenamiento se vio interrumpido por un viaje de estudios que hicimos a Madrid por dos años.

Retomamos la danza a los 27 años, a través de videos… Bueno, yo (Yuliana) comencé. En esa etapa mi hermana Yanelia se limitaba a verme y corregirme, cómodamente sentada.

Fue la época en que comencé a crear mis propias coreografías y mi hermana Yanelia y yo éramos invitadas a bailar en bodas, eventos familiares, fiestas de fin de año de compañía, inauguración de un restaurant… Éramos invitadas a bailar, pero Yanelia supervisaba.

 

Maestra de Danza

 

A los 31 años (hace muy, pero muy poco) entramos en otra academia y paralelamente comenzamos a asistir a talleres dictados por maestras y coreógrafos de danza árabe internacional que eran invitados a Venezuela: grandes nombres como Jilina de EEUU, Amara Sadeh de Brasil, Tito Seif de Egipto, Rania de Grecia, Samira Hayek de Venezuela, entre otros.

Un par de años después se me presentó la oportunidad de dar clases de danza árabe en una pequeña academia de un distrito comercial de Caracas. Al año, la academia cerró, espero que no por culpa mía. Quizá por Yanelia que se quedaba sentada supervisando…

Así que comencé a dar clases desde mi casa. Clases a las cuales Yanelia asistía… Sin pagar.

En Canadá hemos continuado bailando en festivales de cultura internacional… Como ven la danza árabe, como todo amor verdadero, ha permanecido en el tiempo.

 

Breve descripción

La danza oriental se caracteriza por sus movimientos suaves y fluidos, disociando y coordinando a la vez las diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, los brazos pueden ir a un ritmo diferente del que va marcando la cadera.

La atención se centra principalmente en la cadera y el vientre, alternando movimientos rápidos y lentos y se enfatiza en los músculos abdominales, con movimientos de pecho y hombros, así como con brazos serpenteantes.

A lo largo de los años, se han ido incluyendo algunos elementos tradicionales para «adornar» este tipo de baile, como por ejemplo: velos, sable, bastón, velas, crótalos, alas de Isis, etc. Aunque esta danza suele ser femenina, también hay algunos bailarines varones.

Para la danza del vientre se utiliza prácticamente todo tipo de música de los países de Oriente Medio. Hay diversos ritmos según el país y la región, y muchas bailarinas emplean varios: tawil, sherk, baladi, maksum, konga masri, rumba masri, samai, masmoudi, saidi.

 

Movimientos que expresan estados de ánimo y simbolismos

 

Los movimientos ondulatorios, rotativos, que por lo general son lentos simbolizan la tristeza; en cambio con los movimientos rápidos, golpes y vibraciones la bailarina expresa alegría.

La danza árabe es muy personal. No existen dos bailarines que lo bailen igual, porque no existen dos personas que sientan exactamente de la misma manera.

Todos los movimientos de esta danza se relacionan con la naturaleza, por ejemplo, las plantas de los pies se apoyan bien sobre el suelo, lo cual simboliza la tierra, o también cuando la bailarina extiende sus brazos siempre forman una semi U y nunca están caídos, esto simboliza a las aves.

 

Beneficios Físicos

 

El baile es un buen ejercicio cardiovascular, ayuda a mejorar tanto la flexibilidad como la fuerza. Se centra principalmente en los músculos del torso, si bien también mejora la fuerza en las piernas.

Muchos estilos de baile hacen hincapié en trabajar de forma aislada los músculos, enseñando a mover varios músculos o grupos musculares de forma independiente.

Las rutinas que incorporan el velo fortalecen igualmente los brazos, los hombros y el tronco superior en general, mientras que los crótalos aumentan la fuerza de los dedos, trabajándolos uno a uno.

La danza oriental es apropiada para todas las edades y una sesión intensa de sesenta minutos puede quemar alrededor de 330 calorías. Además mejora mucho la postura. Es una disciplina que no tiene límite de edad ni contextura física.

 

Beneficios Psicológicos

La práctica de danza oriental tiene un efecto directo en la elevación de la autoestima, mejora el grado de bienestar de quienes disfrutan practicándola regularmente.

No es de extrañar: salir a bailar frente a un público con el vientre descubierto y que luego, tanto hombres como mujeres te aplaudan tiene porque sí que fortalecer tu autoestima.

Por otra parte, la sensualidad de la mujer es descubierta y fortalecida, porque es capaz de expresar todos los rangos de estados de ánimo sin decir palabras, sólo con gestos. Es la base de la verdadera sensualidad: el decir sin decir y el mostrar sin mostrar.

La danza árabe es asociada también con la alegría. El organismo de la bailarina se llena de hormonas tales como las endorfinas (alegría), dopamina (placer) y oxitocina (amor).

También formaba parte de los ejercicios de preparación al parto, por lo que la convierte en una de las formas más antiguas de instrucción para que dar a luz fuera menos doloroso y más satisfactorio.

Incluso se dice que en el momento del parto, algunas mujeres de la tribu rodeaban a la parturienta mientras realizaban la danza del vientre, para que ésta hiciera los mismos movimientos como acto reflejo, reduciendo así el dolor de las contracciones.

 

En la cultura pop

 

La danza árabe ha fascinado a Occidente desde que los europeos comenzaron a llegar a los países del Medio Oriente.

La sensualidad y misterio de esta danza son aprovechados también por la industria del espectáculo.

Numerosos vídeos musicales han recurrido a coreografías inspiradas en la danza oriental. Artistas como Britney Spears, Hilary Duff, Aaliyah, Beyoncé, Rihanna, Nelly Furtado y Jessica Simpson la han incluido en algunos de sus videoclips. Así como Sarah Brightman en su álbum Harem. Si bien es con la artista colombiana de ascendencia libanesa Shakira con quien más suele asociarse

 

Conclusiones

 

Pues si se estaban preguntando por qué nos vemos tan bien, tan en forma, tan felices y sensuales (¿o no?), este artículo les ha dado la pista.

La danza árabe ya es parte de nuestra vida, además de que constituye una conexión con nuestras raíces y nuestra herencia.

Es una genuina expresión del alma y el sentir del pueblo árabe a través de las centurias.

Y el compartir una herencia tan antigua nos hace sentir parte de ese legado para el mundo.